Servicios y proyectos adaptados al nuevo marco normativo ISO3691-4
Pilz aplica una metodología estructurada, adaptada a partir de nuestro probado enfoque de seguridad de las máquinas y optimizada para las aplicaciones de AGV, derivada de nuestro profundo conocimiento de las normas y reglamentos. Los AGV individuales se definen como máquinas. En Europa se les exige que cumplan la Directiva de Máquinas y las normas asociadas. Como tales, deben llevar el marcado CE por parte del fabricante. Además, uno o varios vehículos autoguiados instalados en un entorno industrial forman un "sistema de vehículos autoguiados", con riesgos específicos que pueden no haber sido abordados por el constructor del vehículo autónomo.
En este contexto entra en juego la norma de tipo C ISO 3691-4, sobre plataformas móviles industriales, que establece los diferentes parámetros y conceptos que tener en cuenta durante el diseño de estos sistemas en una planta industrial.
- Los fabricantes de AGVs o AMRs son los responsables de realizar el certificado CE de los equipos, pero también es necesario que el integrador, o una tercera parte como Pilz, realice un análisis de concurrencia con el objetivo de certificar la aplicación en su conjunto.
- El estudio debe efectuarse una vez establecido el trabajo a realizar y los espacios concretos transitados, además de las personas que estarán en colaboración o coexistencia con ellos.
- Si la plataforma usa útiles personalizados, como carros, cintas, robots u otros elementos, esta requiere de recertificación por ser una modificación sustancial del equipo.
Estos pasos son indispensables, ya que un AGV, de igual forma que un robot, no es seguro por sí mismo, dado que puede recibir infinitos usos en campo. Es la aplicación la que debe ser certificada como segura. Así, alcanzamos la obtención de un certificado CE global de la aplicación.
