2019 fue un ejercicio complicado para la empresa de automatización Pilz: "Flexibilidad y también estabilidad como consecuencia de la crisis"

El ejercicio 2019 fue un ejercicio complicado para el grupo empresarial Pilz: en un contexto marcado por la mala situación económica mundial y el ciberataque del que fueron objeto en otoño, la empresa registró en 2019 un volumen de ventas de 322,5 millones de euros, una pérdida de 6,5 puntos porcentuales respecto al ejercicio anterior. Aun así, la empresa logró mantener constante el número de empleados.

"2019 fue un año difícil para Pilz. Además de la desaceleración económica, tuvimos que hacer frente a las consecuencias de un ciberataque a mediados de octubre. La disminución del volumen de ventas fue una consecuencia inevitable. Mediante una respuesta flexible y la absoluta confianza en nuestros valores y nuestra determinación conseguiremos superar esta situación en 2020", explica Susanne Kunschert, socia administradora de Pilz GmbH & Co.KG.

Número de trabajadores constante a pesar de la reducción del volumen de ventas
Durante el ejercicio 2019, el volumen de ventas del grupo Pilz alcanzó 322,5 millones de euros. Lo que significa un 6,5 % menos que en 2018 y la primera disminución del volumen de ventas desde el año 2009. En cambio, el número de empleados del grupo Pilz experimentó un ligero aumento del 1 %: de 2515 a 2544 el 31.12.2019. En Ostfildern, la sede central de la empresa, había 1128 trabajadores al final del ejercicio (6 más que en el ejercicio anterior).
El aumento de la cuota de exportación hasta el 74,3 % (+1,3 puntos porcentuales) deja claro que las mejores perspectivas de crecimiento para Pilz se encuentran sobre todo en el extranjero.

La crisis como oportunidad
La recesión económica, el ciberataque y la crisis del coronavirus: aunque actualmente son tiempos difíciles para la empresa familiar, se mira hacia el futuro con optimismo. "El ciberataque nos golpeó de manera inesperada y todavía estamos trabajando en la recuperación. Con todo, el ataque ha tenido también alguna consecuencia positiva: gracias a las experiencias adquiridas y nuevas herramientas digitales estamos sorteando bien la crisis del coronavirus. Somos una empresa a prueba de crisis", afirma Kunschert. La fabricación de mascarillas reutilizables para frenar la expansión de la pandemia del coronavirus es una muestra más de la flexibilidad de Pilz. Pilz lleva fabricando las mascarillas faciales desde abril para consumo interno, aunque ya está en disposición de suministrarlas a sus clientes.Pilz compensa la disminución de la demanda no solo con el freno a la inversión, el ahorro de costes y la jornada reducida en la sede central de Ostfildern. La empresa es proveedora de empresas en sectores con gran importancia dentro del sistema. Pilz también ha sabido utilizar el impulso digitalizador para dar un empuje, p. ej., a su oferta de servicios en el área de cursos de formación para clientes.
No obstante, en Pilz son cautos por lo que respecta a su pronóstico para 2020: "Seguramente no cabe esperar una mejora sensible de la coyuntura económica general en 2020. Dependerá sobre todo de cómo se desarrolle la economía durante la pandemia de coronavirus. Sin embargo, estoy convencida de que juntos conseguiremos superar estos tiempos tan adversos", recalca Susanne Kunschert.