El creciente grado de interconexión de las instalaciones y la proliferación de los equipos eléctricos en el entorno de la maquinaria no hacen sino refrendar la vigencia de la CEM, una Directiva que establece las emisiones electromagnéticas de los equipos. Los equipos eléctricos pueden perturbar el funcionamiento de otros equipos e instalaciones y constituyen, además, un considerable riesgo para la seguridad de personas y máquinas si no es posible controlar las emisiones electromagnéticas.
Por esta razón, la Directiva CEM regula la compatibilidad electromagnética (CEM) de todos los equipos que se ponen en servicio y se comercializan.
La Directiva CEM puede consultarse en la página web de la Comisión Europea.