Obtener y mantener certificados: Certificación de componentes y sistemas con función de seguridad

Como desarrollador y fabricante de tecnología de automatización segura, Pilz está obligada por ley a minimizar los riesgos asociados al uso de sus productos y orientarse en todo momento en el estado actual de la técnica. No en vano se trata de la seguridad de las personas, de las máquinas y del medio ambiente. Las especificaciones aplicables se establecen en normativas nacionales e internacionales como, por ejemplo, en las normas EN/IEC 62061 y EN ISO 13849 armonizadas bajo el paraguas de la Directiva de Máquinas 2006/42/CE.

El equipo "Product Compliance" asentado en la sede central de Pilz en Ostfildern vela porque aproximadamente 2.000 productos certificados cumplan tanto las normativas y reglamentos legales como cualesquiera otros requisitos adicionales que exijan las certificaciones. Puesto que la mayoría de productos suelen tener más de una, se añade la tarea de armonizar los distintos certificados. A esto se suman productos nuevos como, por ejemplo, el dispositivo de seguridad myPNOZ.

El camino hacia el producto certificado
El equipo colabora estrechamente con los departamentos de gestión de productos y desarrollo de productos y los organismos notificados externo al objeto de cubrir las certificaciones para los mercados nacionales e internacionales. Pilz colabora con más de 20 organizaciones de todo el mundo en el ámbito de los ensayos y las certificaciones con el objetivo de cumplir las distintas disposiciones y exigencias legales. Un proyecto de certificación se desarrolla en varias fases: Se diferencia entre un producto totalmente nuevo, con tecnología nueva, o una variante de un producto existente. En el caso del dispositivo de seguridad myPNOZ, por ejemplo, se trataba de una plataforma tecnológica nueva. En consecuencia, se implicó al organismo de control externo desde el principio en la fase de diseño.

Requisitos en función del mercado y sector
Tras finalizar la fase de desarrollo, cada producto es muestreado y sometido a numerosos ensayos por el organismo de inspección. La emisión del certificado se efectúa tras la conclusión con éxito de las pruebas. Para la comercialización de productos en los mercados internacionales se necesitan certificaciones adicionales. Determinados sectores, por ejemplo, el ferroviario, los ascensores o las instalaciones de combustión, exigen el cumplimiento de requisitos sectoriales específicos. Un certificado confirma la conformidad del producto con las normativas que en él se especifican. Los certificados de los productos deben renovarse periódicamente mediante procesos de recertificación. Otro de los pasos es la verificación periódica sobre el terreno por parte de los organismos de certificación locales de que los productos se fabrican conforme a los requisitos del examen de tipo. En las instalaciones de Pilz tienen lugar cada año 60 auditorías de este tipo.

Continuamente hay que evaluar los efectos de modificaciones de las normativas y nuevos requisitos legales que afectan a los productos a fin de aplicar las medidas pertinentes. De este modo garantizamos que nuestra visión se hace realidad y que nuestros productos hacen del mundo un lugar un poco más seguro cada día.

Visión global de Pilz